Este proceso artesanal de hacer una revista entra en un impasse. No son varios, sino uno el motivo por el cual Cicatriz está obligada a parar: el costo de impresión se incrementó en un 54 por ciento en dos meses.
Esta revista se propone ser algo más que un medio de comunicación, se pretende un objeto de cultura. Algunas de las ilustraciones de tapa fueron vendidas como obras de arte, otras estuvieron expuestas en una muestra reciente en el Museo Provincial de Bellas Artes. En momentos de escasez nos permitimos ofrecer un lujo por monedas.
El mundo de la imprenta no tiene su “dólar soja” y el papel en que se funden los textos, ilustraciones y fotografías es administrado por una empresa monopólica.
Salieron 14 números donde dimos cuenta de debates que entendimos cruciales, contamos la historia de Entre Ríos, de algunos de sus personajes y revelamos hechos desconocidos de la vida institucional, política, social y cultural de la provincia.
Una revista es un registro, un pacto de lectura, un hecho creativo. La vamos a volver hacer. Pronto.
Hasta la próxima.
(*) El incremento en los costos, luego de la devaluación triplicaron.